TERAPIA BIOENERGÉTICA

Aunque Alexander Lowen es el considerado padre de la bioenergética, su maestro y terapeuta Wilhem Reich puso los cimientos de esta terapia con sus estudios sobre la mente en relación con el cuerpo.

La terapia bioenergética establece una relación directa entre lo que pensamos y la forma que tiene nuestro cuerpo, es decir, según sean nuestros pensamientos y creencias así será nuestro cuerpo.

Para ello establece 5 tipologías distintas de carácter con un esquema mental y unas emociones asociadas, cada uno de estos caracteres se estructura en función de un trauma vivido en la infancia desde el útero materno hasta los siete años de edad, según sea la vivencia traumática y la edad en la que dé, se establece en el individuo uno u otro carácter.

Ningún individuo posee un carácter puro, cada persona tiene un carácter básico y rasgos de otros, de modo que es conveniente observar el cuerpo en su conjunto para poder hacer un correcto diagnóstico del carácter de una persona, el ojo adiestrado de un terapeuta bioenergético está preparado para ello.

De esta manera tenemos que para un carácter A se asocia un esquema de pensamiento A, unas emociones A y un cuerpo A, para un carácter B se asocia un esquema de pensamiento B, unas emociones B y un cuerpo B, y así sucesivamente.

Los 5 caracteres son:

Carácter esquizoide: el tipo de trauma para que se origine este carácter tiene que ver con una madre fría y hostil, y el momento en el que se origina es desde que el bebé está en el útero materno hasta el primer mes de vida sobre todo.                                                                                   En estas condiciones el bebé siente que ha llegado a un mundo que no le quiere y que le rechaza, desarrollando a medida que va creciendo, un esquema de pensamiento y emocional asociado que tiene que ver con que el mundo en el que vive es hostil y por ello ha de huir de él.

Carácter oral: se da en los primeros meses de vida y está relacionado con la escasez, el bebé experimenta una falta en su sustento, la madre no aporta lo que el bebé necesita a nivel nutricional y/o afectivo.                   La sensación por lo tanto será la escasez, el esquema mental será que el mundo es un lugar en el que no recibe lo que necesita y que el mundo le debe lo que no le dio en su momento, tiene una sensación constante de ser la víctima de todas las situaciones por las que pasa.

Carácter psicopático: sucede entre los 6 meses y los 2 años de edad, tiene que ver con el progenitor del sexo opuesto que seduce al niño en un intento de suplir sus carencias afectivas de pareja, el niño a su vez imita al padre o madre siendo seductor también y viendo al progenitor de su propio sexo como rival a vencer.                                                Desarrollará por lo tanto un esquema competitivo y de lucha por el poder, entendiendo que el mundo es un lugar en el que si no pelea le traicionaran ya que en un momento dado el progenitor que le ha seducido le sustituirá por su pareja.

Carácter masoquista: ente el año y medio y los 3 años. La expresión del “no” del niño es reprimida, el niño en esta fase necesita decir “que no” para autoafirmarse, la formación de este carácter tiene que ver también con el control por parte de la madre de la alimentación y la evacuación del niño, es decir con lo que entra y sale (comida, heces y orina). La programación que se forma tiene que ver con la contención y la necesidad de sentirse independiente (madre excesivamente controladora).

Carácter rígido: es el que se da en una edad más tardía, entre los 3 y los 6 años. El niño comienza a vivir la sexualidad a su manera y siente un rechazo por parte de sus progenitores en su intento de acercamiento y entrega amorosa a la hora de descubrir su cuerpo. Además se espera del niño una conducta ejemplar, el niño ha de ser formal y portarse bien y cuando no lo hace (es un niño) entiende que no recibirá amor.     El programa que en él perdurará es el de mostrarse perfecto, productivo, dentro de la norma, por otro lado entiende que los sentimientos le son negados como le pasó de niño y le costará aunar el amor y el sexo, o ama o tiene sexo, además le costará sentir y mostrar sus sentimientos no solo en público sino también en privado. Es el carácter más predominante en nuestra sociedad.

 

Ainhoa Garmendia.

 

 

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